Desde hace muchos años los aficionados al manga tenemos asumido que hay algunos individuos, los otakus más cerriles y radicales, que con sus actuaciones descerebradas y sus ganas de llamar la atención provocan vergüenza ajena y dan mala fama a los lectores de manga con dos dedos de frente
Ahora además hay que soportar a estos jornaleros mundiales juveniles, con sus banderas y con sus cánticos seudofutboleros, armando escándalo en todo Madrid, sobre y bajo la superficie, de día y de noche. Macarrillas amparados en el grupo que, en el metro, en vez de poner música en el móvil a todo volumen tocan panderetas. Haciéndose notar. Tirando por los suelos la imagen de los católicos con (esto es lo más grave) la complicidad de los actuales cabecillas del invento
2 comentarios:
Es usted el primero, bueno, el segundo, al que leo separando, por fin, al akelarre de groupies de los católicos en general. Gracias.
Si estoy viendo algo más patético que las congas papales por la Gran Vía(true story) son las rimas, gracietas y bobadas con que se protesta por el evento.
Si es que también comprendo a los que generalizan: gritar, armar escándalo y pedir eugenesia católica general es más divertido. Un poco como mentar a las madres: está feo y ellas no tienen la culpa, pero desahoga
Publicar un comentario