Ya lo he contado
en Twitter, pero lo repito aquí con más letras:
Como estoy en plan "un día es un día" he ido a comer a un sitio de hamburguesas pijo-chorras a diez euros cada una (mi pedido ha sido hamburguesa de buey en pan de mollete con queso brie y tortilla francesa, y no era lo más raro de la carta ni de lejos). Para beber pido agua mineral en vez de refresco porque, claro, hay que ir preparando la operación bikini. Total, que me traen una botella de agua y este vaso:
Las pepitas pegadas al fondo del vaso supongo que pertenecen a la rodaja de limón de un refresco perteneciente a un cliente anterior. El que hayan resistido el proceso de lavado entre cliente y cliente me temo que no habla muy bien del interés que ponen los empleados al fregar, y de esto hasta se puede deducir cómo es el resto del trabajo que se realiza en ese local
Total, que la próxima hamburguesa me la como en un McDonalds, que al menos sabes que ni en el vaso de plástico ni en la caja de cartón en que viene la hamburguesa encontrarás restos de ADN de un cliente anterior
